¿Cuanto tiempo de vida tiene el VIH, fuera del organismo humano?

El VIH fuera del organismo es muy lábil, se inactiva con facilidad, pierde enseguida su capacidad infectante y es incapaz de reproducirse. Hasta este momento no se conoce ningún caso de transmisión del VIH a través de un contacto casual con un medio supuestamente contaminado (pinchazo accidental con una jeringuilla en el parque, en la calle o en la playa, manipulación de preservativos usados, etc).

En general, en caso de contacto con alguno de estos objetos, no se recomienda la realización de la prueba del VIH. Otras infecciones como el VHB, VHC o el tétanos sí deben descartarse tras una exposición de este tipo. El tiempo que sobrevive el VIH fuera del organismo es muy variable, dependiendo de diversos factores (temperatura, humedad relativa, etc). Se considera que el 90-99% del VIH existente en un fluído fuera del organismo se inactiva en el plazo de unos minutos a unas horas.

Para valorar el riesgo de infección se deberá tener en cuenta el grado de posible exposición al virus y el tiempo que ha pasado desde que ese fluido ha podido dejar el organismo portador. Generalmente, cuando la gente pregunta: "¿Por cuánto tiempo puede sobrevivir el VIH fuera del cuerpo?", quiere decir que han entrado en contacto con algún fluido que creen que puede contener el VIH y tienen miedo de haberse infectado.

Casi siempre estas preguntas son acerca de un contacto casual, y sabemos que el VIH no se transmite excepto durante relaciones sexuales sin protección, compartiendo agujas o mediante la exposición importante y directa a sangre infectada.

El tiempo de supervivencia del VIH fuera del cuerpo depende de:

  1. La cantidad de VIH presente en el fluido corporal
  2. Las condiciones a las que se someta el fluido En un laboratorio, se ha podido mantener al VIH viable (capaz de infectar) por un período de hasta 15 días, incluso después de que el fluido corporal se había secado.

Sin embargo, estos experimentos incluyeron una concentración extremadamente alta del virus, que fue mantenida a temperatura y humedad estables. Es muy improbable que estas condiciones existan fuera del laboratorio. El VIH es muy frágil y muchas sustancias comunes pueden matarlo, como el agua caliente, el jabón, el cloro y el alcohol. Las posibilidades de infectarse con el VIH al manipular un fluido corporal son muy pequeñas, ya que el fluido tendrá acceso al torrente sanguíneo muy raramente. Sin embargo, cualquiera que manipule sangre, semen o fluidos vaginales debe evitar tocarlos con la piel abierta/lastimada o evitar que entren en contacto con las membranas mucosas (como las de la zona del ojo).

Los derrames de sangre deben ser limpiados con agua y jabón y luego con cloro. Para mayor seguridad, la persona que limpie el derrame debe usar guantes de látex y debe lavarse las manos después de hacer la limpieza. El aire no "mata" al VIH, pero la exposición al aire, seca el fluido que contiene el virus y eso destruye o descompone la mayoría del virus muy rápidamente. Los CDC informan que secar el VIH reduce la cantidad de virus de un 90% a un 99% en pocas horas. Debe notarse que el VIH puede sobrevivir por varios días en una pequeña cantidad de sangre que permanece en una aguja después de su uso, ya que la sangre está atrapada y el aire no la puede secar.

Como resultado, el uso de agujas es muy riesgoso en cuanto a la transmisión del VIH se refiere; las mismas brindan una ruta directa al torrente sanguíneo. Idealmente, las agujas nunca se deberían re-usar, pero si se vuelven a usar, se deberían limpiar con cloro o alcohol antes de re-usarlas.