La gonorrea preocupa la resistencia bacteriana de las ITS

Stop gonorrea
Actualizado: 
Miércoles, 20 Febrero 2019

En los últimos años, se ha registrado un incremento de la incidencia de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en muchas ciudades, especialmente entre los hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres. Además, se ha observado un aumento del número de casos de gonorrea resistente a fármacos.

El pasado mes de marzo se registró en Reino Unido un caso de gonorrea que parecía mostrar el nivel más alto de resistencia a los tratamientos de primera línea detectado hasta la fecha lo cual alertó a las autoridades sanitarias por sus implicaciones para la salud pública. Finalmente, el caso fue tratado con éxito, sin embargo, se detectaron otros dos casos más similares en Australia.

Con el fin de poder parar a tiempo la propagación de la gonorrea resistente a los fármacos actuales, la comunidad científica está desarrollando nuevos antibióticos. Entre ellos zoliflodacina, un nuevo tipo de antibióticos orales que actúan inhibiendo la síntesis de ADN de un modo distinto a como lo hacen los antibióticos actualmente disponibles. Por el momento, este antibiótico se encuentra en fase experimental mostrándose eficaz en el tratamiento de la gonorrea urogenital y rectal.

A pesar de que este nuevo tipo de antibióticos se muestra prometedor en el tratamiento de los casos de gonorrea multirresistente, la Organización Mundial de la Salud, las Naciones Unidas y la Unión Europea, entre otras instituciones, han reconocido la amenaza para la salud pública mundial que representan el desarrollo y la diseminación de las bacterias multirresistentes (BMR).

Uno de los aspectos clave de la lucha contra las infecciones por BMR es la disponibilidad de expertos en el ámbito del diagnóstico, prevención y tratamiento de las enfermedades infecciosas, incluidos los especialistas en enfermedades infecciosas como establece la Unión Europea en su plan de lucha contra las resistencias. Sin embargo, la ausencia en España de la especialidad en Enfermedades Infecciosas convierte a nuestro país en una rara avis entre los países más desarrollados y dificulta la formación de los expertos y su distribución suficiente y equitativa en el Sistema Nacional de Salud.